La derrota del Murcia en Sevilla daba la oportunidad al UCAM de recuperar el liderato y la defensa del Algeciras permitió ocasiones en el juego. Una situación demasiado propicia para un UCAM que se presentaba en La Condomina con cuatro cambios respecto a Los Cármenes: Dani Pérez, Remón (volvía tras sanción), Jesús Rubio y Aguilar. Volvieron a jugar Fall, recuperado para el mediocampo, y Pallarés, renacido para el gol.
El Algeciras completaba en La Condomina un calendario terrible a domicilio: Cádiz, Sevilla Atlético, Mérida y UCAM. A Murcia llegaba un viejo conocido, un equipo que en la Copa se vio ampliamente superado en el juego pero que nos descubrió una perla: el desequilibrante Santi Luque. Pero el partido de Liga, como esperaba Salmerón, fue distinto. El Algeciras convenció como equipo y Santi Luque decepcionó como individualidad. Los desajustes defensivos, como entonces, no faltaron.
El comienzo del partido fue muy bueno por parte del UCAM. No tardó en coger la iniciativa. Tocó y circuló la pelota con agilidad. Con paciencia buscaba el resquicio por donde colarse. Un cabezazo de Pallarés tras centro de Rubio confirmaba el buen juego. Con un UCAM afinado, el Algeciras tenía motivos para preocuparse. Su defensa dio otras tantas razones para lamentarse. En el 9', Góngora anotó un penalti señalado por manos y solo dos minutos después Pallarés remató a bocajarro tras una cesión de Nona, libre de marca. Los goles parecen latas de espinacas para Pallarés. Lleva tres tantos en cuatro partidos. Si ante el Granada B sacó un penalti con una acción soprendentemente hábil, ante el Algeciras su figura fue imponente. Muestra tanta confianza que parece más alto, más fuerte y más guapo. Fue firme bajando balones, con un pecho de hierro, y escurridizo para moverse. Ligar es más fácil con autoestima.
El Algeciras se veía impotente ante un partido que se le escapaba. Encima, tardó en participar Santi Luque, poco buscado, y cuando lo hizo amagó con su quiebro sin romper. Su flojo partido se confirmó cuando fue sustituido en el descanso. El técnico Mere apuntó que ayer el jugador tuvo problemas en el cuello.
Poco a poco, el Algeciras lograba estirarse, juntando pases en campo rival con Medina, Melchor y Gallardo. El UCAM respondía con amenazantes despliegues y fue momento para disfrutar del fútbol de Jesús Rubio, siempre lúcido para ver el pase y preciso para darlo. Precisamente, fue él quien firmó el 3-0. Un gol que sintetiza el partido, que concentra las fortalezas de unos y las debilidades de otros. El UCAM abrió con decisión a la izquierda, zona débil de un Algeciras exageradamente basculado a la otra banda. Nono recibió, prolongó la jugada hacia un Góngora disparado y su centro al área lo aprovechó Rubio.
Del rival poco malo se podía decir de mediocampo hacia arriba. Tampoco en cuanto a actitud. Estuvo muy lejos de desanimarse. Con Willy ya en el campo, los de Mere no dieron opción a que el 3-0 fuera una losa desmotivadora. Con ritmo y ambición, el Algeciras buscó un gol que seguramente mereció. Lo tuvo cerca Willy, que mezcló muy bien en el juego en esta fase del partido. Salmerón pedía más intensidad a su equipo, que había perdido el balón. Con los primeros cambios, el UCAM igualó el duelo y con más transiciones que elaboración encontraba el área rival. Salió Isi Ros, impaciente por mostrarse. En varias contras pudo llegar el 4-0, pero se resolvieron con torpeza. El Algeciras gustó, pero concedió. Quizá ante otro rival no mucho. Ante el UCAM demasiado.
FICHA TÉCNICA
UCAM Murcia (4-2-3-1): Escalona; Tekio, Fran Pérez, Dani Pérez, Góngora; Remón, Fall; Rubio, Aguilar (Isi Ros), Nono (Son); Pallarés (Higinio).
Algeciras (4-2-3-1): Josemi; Máiquez, Benítez, Víctor González, Herrero; Cristo Díaz, Mario; Melchor (Javi Chico), Medina, Santi Luque (Willy); Gallardo (Joselu).
Goles: 1-0 (9') Góngora, de penalti. 2-0 (11') Pallarés. 3-0 (36') Jesús Rubio.
Estadio: La Condomina. Décima jornada del Grupo IV de Segunda B.
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