Bocas secas, ojos vidriosos y cabezas embotadas. La salida de Nueva Condomina, que dispersó a más de 21.000 granas, era de decir poco y sentir mucho. Sentir otro intento fallido de escapar de Segunda B. Sentir que no se dejará de intentarlo. Que al fatalismo se le derrota por tozudez. Que el fútbol es, entre muchas cosas, autoregenerativo. Al equipo que saltó cada valla en una carrera contrarreloj, que remontó por encima de lo imaginable hasta acabar segundo del Grupo IV, no pudo remontar el 2-1 del Mestalla. Se encalló en el 0-0. El gol mínimo exigible se escapó por juego, casi siempre, y por puntería, al final.
El comienzo del Murcia, ya pasó en Valencia, fue prometedor. Los de Mir salieron con decisión para someter al filial ché. No se entretenían a la hora de buscar a Guardiola en ataque. El Mestalla se desahogaba con envíos largos, muchos a Rafa Mir. Sin dominar, el primer susto fue visitante. Nacho Gil disparó y Nacho Vidal casi marca tras desviar la pelota. La réplica la puso Rayco, en dos acciones rápidas y desequilibrantes por la izquierda. Poco a poco, la verticalidad del Murcia degeneró en precipitación, con demasiados balones verticales. La presencia de Diego Benito no logró templar al equipo.
Encima, llegaron dos sacudidas seguidas en la bota derecha de Eugeni. Su primer disparo salió centrado, pero el segundo obligó a Simón a un vuelo a la escuadra. El Mestalla asustaba en cada transición y en cada robo y el Murcia cargó por las bandas, con un Pumar insistente. El capitán centró para un cabezazo alto de Guardiola y probó el chut. También Juanjo se incorporó para centrar, pero Curto remató sin acierto.
El Mestalla supo controlar las emociones. También los tiempos del partido. Unas veces con simples pérdidas de tiempo, con Sivera a la cabeza. Otras, como al comienzo del segundo tiempo, con narcóticas posesiones. Para asustar le bastaba contragolpear, así de traicionero es este Mestalla. Una salida rápida acabó con Rafa Mir, cuyo tiro cruzado se fue alto por poco. El Real Murcia, eso sí, pudo marcar. Guardiola centró desde la izquierda y Rayco remató cruzado. Sivera lució sus reflejos y negó el gol. Mir no tardó en utilizar los cambios, empezando por el eléctrico Elady. El extremo inauguró otro impulso grana con una acción individual que acabó en córner. Se botó y Golobart cabeceó fuera. Curto tampoco acertó en un centro de Pumar.
Las prisas nunca abandonaron al Murcia. Demasiado desorden y aceleración. El Mestalla le desesperó y fue deshojando cambios a conveniencia. Con Golobart ya de delantero, Curro Torres sacó al central Javi Jiménez. Los de Mir sí tuvieron el pase en los últimos diez minutos. Elady regateó a todo rival que se le cruzó y solo una excelente parada de Sivera evitó el tanto. El portero lució agilidad como antes había evidenciado dudas en el juego aéreo, que el mismo Elady desaprovechó tirando fuera con la portería descubierta. La última opción fue para Adrián Cruz con un disparo al travesaño. De ese tiro al larguero rebotó un tiempo añadido que el Mestalla pasó por la trituradora ante la impotencia de cualquiera que vistiera de grana. Incluso Simón, con el pie, tuvo que salvar un gol de Araujo. La Segunda B es autoritaria y opresora. El Murcia seguirá reclamando su derecho a independizarse de ella.
FICHA TÉCNICA
Real Murcia (4-4-2): Simón; Juanjo (Adrián Cruz), Golobart, Josema, Pumar (C); Rayco (Saura), Armando, David Sánchez, Diego Benito (Elady); Curto y Guardiola.
Entrenador: Vicente Mir.
Mestalla (4-3-3): Sivera; Nacho Vidal, Charlie Dean, Zotko, Lato; Quim Araujo, Grego Sierra, Eugeni (Javi Jiménez); Nacho Gil, Rafa Mir (Jordi Sánchez) y Alberto Gil (Aridai).
Entrenador: Curro Torres.
Incidencias: Nueva Condomina, 21.311 espectadores. Partido de vuelta de la segunda eliminatoria de la fase de ascenso a Segunda División (11 de junio de 2017).
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