El equipo de Paco García aprovechó los errores rivales y defendió su ventaja (2-0). El Mérida tuvo más posesión, pero le faltó remate. Saura y Golobart, destacados goleadores
Todo el mundo esperaba el Murcia de Paco, el del toque. Tanta era la espera que el riesgo a caricaturizar eso, el toque, asomaba el cogote. Pues ante tanta expectativa, quizá para rechazar el reduccionismo emergente, lo que se vio fue algo distinto. Una baraja más amplia. El Mérida dejó clara su personalidad y el Murcia demostró que tiene identidad, pero también alternativas. El Murcia no quedó desnudo sin el balón pues supo replegarse con orden, morder con convicción y penalizar errores sin remordimientos. Con esos recursos celebró la primera victoria del curso.
Tanto Murcia como Mérida entraron al campo con ganas, motivados por una temporada de exigencias pero, sobre todo, de ilusión. Ambos quieren marcar el ritmo de la competición. Para ello se han reconstruido. Muy profundamente el Mérida, con hasta 17 fichajes. También ha cambiado el Murcia, aunque en el caso grana la renovación parece menos brusca y la familiaridad con los nuevos jugadores se ha generado rápidamente. La grada fue hospitalaria y no encuentra motivos para dejar de serlo.
Así, con unos primeros minutos animados, los primeros detalles aparecieron. Primero fue Hugo Rodríguez, que desde la izquierda amenazaba con sus movimientos y conducciones. Luego replicó Saura, un jugador doblemente hábil. Lo es con las piernas y con el cuerpo, que interpone entre el rival y el balón. Como ya enseñó en pretemporada, es un elemento fundamental en este Murcia. Con un Mérida que trataba de inclinar la posesión a su favor, el Murcia respondía con una presión adelantada. El primer gol fue en ese sentido muy descriptivo. Con el Mérida tocando desde atrás, Aguza se enredó con el balón y Saura, muy atento, saltó rápidamente a por esa pelota perdido. Luego, rebajó pulsaciones para definir ante Salcedo.
El tanto no incidió en el juego y siguió la disputa por ese objeto de deseo de ambos: la pelota. Aunque esa pelota fuera un Errejota que a la media hora ya hubo que cambiar. El Mérida no se alteró por el traspié y cuidó el balón. Jugadores tenía para ello con Pardo, Borja y David Álvarez. Sin embargo, a pesar de esa posesión o de jugadas bien hilvanadas entre Marín y José Ramón, no daba trabajo a Diego Rivas. El Murcia miraba a un Adrián Cruz poco influyente para ganar el juego aéreo y buscaba la velocidad a los espacios para asaltar el área de Salcedo. La tentación era grande con el revoloteo constante de Borjas, siempre móvil y mordiendo a los rivales. El delantero, que tan bien ha rendido en el verano, no desaprovecha ocasión para probar el chut, por osado que sea.
El coloso Golobart
Amenazó el Mérida con un par de transiciones rápidas. A su vez, el Murcia pudo responder a una de ellas con una recontra y también descubrió que Salcedo era manco en los saques de esquina. En uno de ellos llegaría el 2-0. El Mérida no supo sacar un balón muerto en el área y Golobart, que poco antes ya había intentando cazar un balón suelto, fusiló a Salcedo. El central se fue derecho al fondo y se agarró a los barrotes. Ya se estaba distinguiendo por su jerarquía, con su presencia imponente y su toque solvente. Si existe la palabra 'coloso' es para tipos como Golobart. Tipos que tienen que ser retratados con un contrapicado.
El Mérida, castigado por sus fallos atrás, quiso remover el equipo adelante. Comenzó la segunda parte dando entrada a Carlos Rodríguez por José Ramón. Ni tiempo dio para ver el efecto cuando el Murcia rozó el tercero en apenas un minuto. Un buen centro de Titi, especialidad de la casa, lo cabeceó en el segundo palo Alarcón. El frentazo lo sacó Salcedo con mérito. En ese mismo córner, Golobart, con un testarazo bombeado, remató al larguero. También probó suerte Borjas tras una buena acción de Saura.
Los de Campos fueron retomando un mayor control y posesión, a la vez que el técnico alteraba el equipo con Hugo Díaz y Morgado. Se probó varias veces en ataque Dani Fernández, lateral procedente del Castilla con gran capacidad para el regate. El Murcia había decidido replegarse y permanecer junto, a la espera de algua contra con la que pudiera relamerse Borjas. Le faltó en todo caso precisión. Muchos balones quedaban sueltos sueltos, no se terminaban por recuperar o por jugar. Entró Armando para juntarse con un Jon Iru muy aseado y cerrar los espacios entre líneas. El Mérida, tras insistir con muchos centros, casi sorprendió en uno a Diego Rivas, que se jugó el tipo para sacar un balón que se colaba. Fue de las pocas intervenciones del portero, que también se mostró fiable en una volea de Morgado. El jugador del Mérida lo intentó una vez más, ya sin tiempo, en un disparo que rozó la base del poste.
Al final, y aunque solo un equipo se llevó los puntos, ambos entrenadores acabaron satisfechos y con argumentos. El Mérida mostró la identidad pretendida en casa de uno de los favoritos al ascenso, dando forma de equipo a una plantilla nueva. Y el Murcia enseñó que adapatarse a las circunstancias no es una concesion, sino una revelación. El equipo que quiere tocar también sabe golpear.
FICHA TÉCNICA
Real Murcia (4-3-3): Diego Rivas; José Ruiz, Jaume (C), Golobart, Pumar; Adrián Cruz (Rubén Ramos), Jon Iru, Saura (Isi); Titi (Armando), Borjas y Alarcón.
Entrenador: Paco García
Mérida (4-3-3): Salcedo; Dani Fernández, Aguza, Mongil, Marín; David Álvarez, Pardo, Borja (C) (Morgado); José Ramón (Carlos Rodríguez), Yacine (Hugo Díaz) y Hugo Rodríguez.
Entrenador: José Miguel Campos
Goles: 1-0 (8') Javi Saura. 2-0 (40') Golobart.
Incidencias: Nueva Condomina, 4.528 espectadores. Jornada 1 del Grupo IV de Segunda B (21 de agosto de 2016). Se guardó un minuto de silencio por el fallecimiento de Joao Havelange, expresidente de la FIFA (1974-1998).
SALA DE PRENSA
Paco García
Jose Miguel Campos
