lunes, 29 de agosto de 2016

La Segunda sale cara

Un gol de Luso en la prolongación negó al UCAM su primera victoria (1-1). Góngora marcó desde el córner. Juego trabado y pocas ocasiones. Mejoría defensiva en los de Salmerón

El UCAM ganaba el partido en el 92' y, quizá más importante, recuperaba gran parte de su identidad. Hasta entonces había vallado su área y había descorchado el partido con una genialidad de Góngora a balón parado, un gol olímpico que hizo levantarse a una afición hasta entonces sentada en las butacas de la rejuvenecida Condomina. Pero la Segunda cobra facturas más caras que la Segunda B y lo que tantas tardes fue suficiente para vencer esta vez resultó escaso. Luso, capitán blanquiverde, le ganó la espalda a Tekio y su cabezazo acabó dentro de la portería de Biel Ribas.

Así se escapó la victoria en un partido trabado, como José Luis Oltra, técnico del Córdoba, había anunciado en la previa. Tras el tropiezo en Zaragoza, el UCAM diagnosticó con claridad la dolencia: faltó solidez defensiva. Y para recuperarla Salmerón modificó el equipo. Hubo hasta cinco cambios en el once. Seis si contamos el cambio de posición de Albizua, que jugó de central tras ser lateral izquierdo en La Romareda. El resultado fue un medio del campo reforzado con tres mediocentros: Remón, que debutaba tras superar problemas físicos, Basha y Kitoko. Además del perfil de los jugadores, el equipo se iba a mostrar mentalizado y concentrado. En especial lo estuvo la línea defensiva, bien coordinada hasta el punto de dejar a los jugadores del Córdoba tres veces en fuera de juego en solo once minutos. Todo, además, con el liderazgo de Fran Pérez.

Tras la novatada de la primera jornada, el UCAM estableció unos mínimos competitivos basados en el rendimiento defensivo. El partido no rompía con el paso de los minutos. El juego, impreciso y previsible, no daba lugar a demasiadas ocasiones. El UCAM apenas encontró claridad en su juego ofensivo con dos incorporaciones seguidas de Tekio. Lo intentó siempre Natalio, pero le costaba encontrar acompañantes. Sí lo hizo en una fina conducción con la que supo atraer rivales y liberar a Imaz, pero el pase resultó muy largo. Tampoco tuvo lucidez el Córdoba aunque intentara tener mayor iniciativa y elaborar más. No logró desequilibrar por las bandas y tampoco sorprender con entradas desde segunda línea. Hubo poco del Antoñito resuelto visto ante el Tenerife y Rodri, entre pugnas y desmarques a las bandas, peleó mucho y remató poco.

En la segunda parte, el Córdoba fue ganando terreno ante un UCAM con las líneas más retrasadas y al que le quemaba el balón. Eso sí, con uno de esos envíos largos, un saque sensacional de Biel Ribas, Natalio se fabricó una ocasión que no supo culminar al sufrir un segundo de indecisión. Kieszek paró fácil. Con problemas en la construcción, el UCAM lo apostaba todo a la contención del rival. Y es que el centro del campo del UCAM era como una moneda, cara y cruz. Si en defensa había robustez, en ataque había voluntad y físico, pero no lucidez. Mientras, tres artífices del ascenso (Nono, banquillo, Aguilar y Pallarés, grada) veían lo que ocurría desde fuera. Así, tocaba el Córdoba para deshacer la organización de un UCAM aplicado en su repliegue en 4-1-4-1. Juli entró bien un par de veces por la izquierda, con un centrochut que tuvo que sacar Biel Ribas, y Pedro Ríos tiró desviado desde la derecha.

Fue entonces cuando comenzó a asomar Góngora. Dos zurdazos sobrevolaron el área de Kiezsek. Y al poco llegó la jugada del partido. Góngora probó el chut directo desde el córner y logró un gol olímpico. Otro más. Ni Kieszek ni el Córdoba, que no puso a ningún jugador junto a los postes, parecían conocer el toque y osadía de quien ya le había marcado así al Betis B. Aquel partido se ganó por 1-0, y este iba por el mismo camino. Pero la Segunda insiste en enseñar al UCAM la dureza de la categoría. Tras varios centros al área descolgados con solvencia por Biel Ribas, el Córdoba probó uno más. El último, pues ya no quedaba tiempo. Este menos frontal y más diagonal. Por entonces Salmerón ya había sacado a Hugo Álvarez para acabar el partido con una defensa de cinco. A pesar de ello, el centro, una gotita de calidad de Antoñito, encontró la espalda de Tekio y Luso cabeceó cerca del poste. Fue un empate justo en un partido tan disputado como falto de desquilibrio. El UCAM recuperó su identidad. La Segunda nunca la perdió.


FICHA TÉCNICA

UCAM Murcia (4-3-3): Biel Ribas; Tekio, Fran Pérez, Albizua, Góngora (C); Basha (Hugo Álvarez), Remón (Tito), Kitoko; Imaz, Natalio y Guichón (Jona).
Entrenador: José María Salmerón.

Córdoba (4-2-3-1): Kieszek; Antoñito, Héctor Rodas, Deivid (Caballero), Cisma; Luso (C), Edu Ramos (Piovaccari); Pedro Ríos (Guille Donoso), Alfaro, Juli; Rodri.
Entrenador: José Luis Oltra. 

Goles: 1-0 (72') Góngora. 1-1 (92') Luso.

Incidencias: La Condomina, 2.813 espectadores. Jornada 2 de la Segunda División (28 de agosto de 2016). Se guardó un minuto de silencio en memoria de las víctimas del terremoto de Italia.

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