No es fácil estar de mudanza y de obras a la vez. Entre cajas y botes de pintura ya es un éxito no tropezar. Eso le pasa a Salmerón, obligado a construir un bloque casi con más partidos que entrenamientos. Los errores ahí siguen, pero ahora el Real Murcia piensa y actúa como un equipo. Es el camino. Uno con baches, superados paradójicamente por individualidades. Biel Ribas evitó dos goles con 0-0, incluido un penalti, y Elady anotó un doblete para lograr ante el Granada B la primera victoria con Salmerón (2-0).
La posición de Elady como delantero centro no fue lo único que el técnico grana rescató del partido de Copa ante el Barça. Siguió apostando por David Mateos como pivote en un 4-1-4-1, con Armando y David Sánchez por delante para amurallar el mediocampo. Ese andamiaje se pudo caer como un castillo de naipes cuando Orfila no cerró por el centro y Fede Vega, escandalizado por la brecha, hizo penalti. Biel Ribas se lo sacó a Grande, goleador del Granada B. El portero del Murcia, que ya paró un penalti ante el Villanovense, salvó otro tanto en un disparo de Juan Antonio González. Precisamente, el ‘4’ manejaba a un filial que llevaba la iniciativa.
Los de Salmerón buscaban bloquear el juego nazarí para robar y atacar con rápidas transiciones. Y esos despliegues muchas veces fueron prometedores y dinámicos. El plan se benefició con los goles de Elady. El primero fue inconfundible por la persistencia que le ayudó a robar el balón. El segundo, tras un pase atrás de Molinero a banda cambiada, fue un latigazo de primeras. Sin Curto ni Pedro Martín y con Chamorro aún desencajado, Elady ha tomado el testigo. Es su momento. El actual ‘9’ abrillanta el dorsal: ya es el máximo goleador del equipo en Liga (5). Su juego de espaldas y conexión con la segunda línea fue de libro, algo formidable para un jugador cuya toma de decisiones nunca fue su punto fuerte.
El Granada B, en cualquier caso, remataba con demasiada facilidad en cada llegada. El cemento sigue fresco y el 2-0 no era margen suficiente para despistarse. El filial de Morilla, que había empezado con un 4-4-2, varió en el segundo tiempo al también familiar 3-4-3. Así jugó ante el Extremadura o ante el FC Jumilla. Los carrileros ganaron protagonismo, sobre todo Morillo. El plan era generar ocasiones mediante los centros laterales. El Granada B mantenía el balón, con un Murcia muy vertical y cada vez más replegado. El bagaje ofensivo local iba a ser escaso, limitado a una subida de Forniés con remate, sin fuerzas, de un agotado Elady y a un tiro al palo rato después.
Salmerón, que aún tiene trabaja para coreografiar adecuadamente a su equipo, decidió reforzar el apartado defensivo con una línea de cinco atrás. Juanra entró para juntarse con Fede Vega y así reducir la incidencia de Morillo y tener más altura ante cualquier otro centro. Biel no tuvo que parar ningún balón, pero vio sobrevolar demasiados, además de un remate al lateral de la red en el primer palo o un tiro cruzado de Nacho. El 2-0 no se movió y el Real Murcia acabó logrando su segunda victoria liguera seguida en casa por primera vez.
El Real Murcia de Salmerón, en 4-1-4-1. Equipo junto y velocidad arriba
El Granada B pasó de 4-4-2 a 3-4-3 tras el descanso. Incidió con centros laterales
El Real Murcia en 5-4-1. Juanra, más Fede Vega, para taponar a Morillo y sumar altura
FICHA TÉCNICA
Real Murcia (4-1-4-1): Biel Ribas; Fede Vega, Orfila, Álex Ortiz, Forniés; David Mateos; Molinero (Chamorro), Armando, David Sánchez (Juanra), Santi Jara; Elady (Llorente).
Entrenador: José María Salmerón.
Granada B (4-4-2): Aarón; Marín (Héctor), Eliseo (Morillo), Pablo Vázquez, Castellano; Pablo González, Isi, José Antonio González, Juancho; Casi y Grande (Nacho).
Entrenador: Pedro Morilla.
Goles: 1-0 (16') Elady. 2-0 (25') Elady.
Incidencias: Nueva Condomina, 6.081 espectadores. Jornada 11 del Grupo IV de Segunda B (29 de octubre de 2017).
SALA DE PRENSA
José María Salmerón
Pedro Morilla
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