Nueva Condomina ha pasado de casa endemoniada a refugio. De no ganar desde el 14 de febrero a sumar seis puntos con la portería a cero. El exorcismo era debido y oportuno. En su estadio, con su césped y sus medidas, el Real Murcia despidió una semana de campos antipáticos y derrotas frustrantes. La de Copa, sexta eliminación a la primera en seis años, generó una amargura que amenazaba la brisa del debut. El Murcia, club abstemio, brindó en casa derrotando al Lorca en los minutos finales. Reestableció el orden y calló el murmullo de los impacientes.
Que los dos goles del partido llegaran al final entraba en lo normal en un partido jugado a fuego lento desde el inicio. Al partido le costó coger ritmo, con un Murcia con balón y pausa. Tampoco ayudaban las reiteradas faltas del Lorca que interrumpían el juego, aunque las amonestaciones se acumulaban en el bando grana. Mientras que los de Paco tocaban, el Lorca tenía un aire contemplativo inesperado, sin atreverse a entrar en el cuerpo a cuerpo. El Murcia quería enlazar pases y junto a los habituales Adrián Cruz y Saura entraron Rubén Ramos y Diego Benito. El ex del Albacete hizo una presentación formidable. Su solvencia en el inicio del juego le augura muchos minutos como el mediocentro del equipo.
La acumulación de jugadores de buen pie facilitó el control del balón. La pelota se cuidaba, iba de banda a banda, pero faltó desequilibrio en los ataques estáticos. Borjas trató de aportar esa ruptura, siempre al límite del fuera de juego. Además de ello, el equipo apretaba bien sin balón. La mejor respuesta del Lorca tenía nombre propio: Urko Arroyo. De su bota derecha salieron las mejores opciones lorquinas, una constante desde la primera jornada. Un par de disparos ajustados en la primera parte y dos asistencias a Chumbi en la segunda le daban malicia a un Lorca timorato. Poley, que entró por Albisua, no armaba a su equipo y Noguera no desarmaba al rival. Por su parte, Chumbi, siempre vigilado, jugó con grilletes. Así se llegaba al descanso, con un Murcia que pronto había perdido a Golobart por lesión.
La profundidad de Alarcón
La buenas intenciones que seguía teniendo el Murcia en el segundo tiempo no daban, sin embargo, para hurgar en la defensa del Lorca. Lo intentó Borjas con un tiro que rozó la escuadra. Mientras que Diego Benito agigantaba su figura, Javi López tuvo sus mejores opciones. Hasta entonces disminuido, protagonizó una chilena fallida y casi logra lo que nunca antes en Nueva Condomina: marcar. Un gran tiro de falta lo desvió Diego Rivas al larguero. Buscando la profundiad que diera sentido a la posesión, Paco García metió a Alarcón por Saura. Titi lo había intentado por su banda, pero no era suficiente. Desde el primer momento, Alarcón comenzó a encadenar acciones. Un envío cruzado desde la izquierda, una jugada por dentro en la que se estorbó con Borjas y un nuevo centro para Rubén Ramos, que pidió penalti.
Todo ello fue el anticipo del 1-0. Una jugada vertical en la que Rubén Ramos asistió a Titi, que a la carrera encaró a Dorronsoro y le batió por bajo. Para entonces ya había salido Carlos Martínez, que no llegó a sintonizar con el partido. El año pasado fue un tormento en NC. También movió el banquillo Paco, entrando Armando por un Diego Benito ovacionado. Antes del final, con el equipo con 10 por la lesión de Ramos, Alarcón cerró el partido tras robar un balón en la derecha y superar al portero también entre las piernas. Es curioso que en el Murcia de la elaboración los goles lleguen por presión, balón parado y juego al espacio. Una versatilidad que no contradice el modelo, sino que resta tensiones resultadistas para que pueda crecer.
La profundidad de Alarcón
La buenas intenciones que seguía teniendo el Murcia en el segundo tiempo no daban, sin embargo, para hurgar en la defensa del Lorca. Lo intentó Borjas con un tiro que rozó la escuadra. Mientras que Diego Benito agigantaba su figura, Javi López tuvo sus mejores opciones. Hasta entonces disminuido, protagonizó una chilena fallida y casi logra lo que nunca antes en Nueva Condomina: marcar. Un gran tiro de falta lo desvió Diego Rivas al larguero. Buscando la profundiad que diera sentido a la posesión, Paco García metió a Alarcón por Saura. Titi lo había intentado por su banda, pero no era suficiente. Desde el primer momento, Alarcón comenzó a encadenar acciones. Un envío cruzado desde la izquierda, una jugada por dentro en la que se estorbó con Borjas y un nuevo centro para Rubén Ramos, que pidió penalti.
Todo ello fue el anticipo del 1-0. Una jugada vertical en la que Rubén Ramos asistió a Titi, que a la carrera encaró a Dorronsoro y le batió por bajo. Para entonces ya había salido Carlos Martínez, que no llegó a sintonizar con el partido. El año pasado fue un tormento en NC. También movió el banquillo Paco, entrando Armando por un Diego Benito ovacionado. Antes del final, con el equipo con 10 por la lesión de Ramos, Alarcón cerró el partido tras robar un balón en la derecha y superar al portero también entre las piernas. Es curioso que en el Murcia de la elaboración los goles lleguen por presión, balón parado y juego al espacio. Una versatilidad que no contradice el modelo, sino que resta tensiones resultadistas para que pueda crecer.
FICHA TÉCNICA
Real Murcia (4-3-3): Diego Rivas; José Ruiz, Morante, Golobart (Jaume), Pumar (C); Adrián Cruz, Diego Benito (Armando), Saura (Alarcón); Titi, Borjas y Rubén Ramos.
Entrenador: Paco García.
Lorca FC (4-2-3-1): Dorronsoro; Pina (C), Molo, Borja García, Pomares; Bustos, Poley; Javi López, Noguera, Urko Arroyo (Carlos Martínez); Chumbi (Onwu).
Entrenador: Iñaki Alonso.
Goles: 1-0 (78') Titi. 2-0 (87') Alarcón
Incidencias: Nueva Condomina, 5.538 espectadores. Jornada 3 del Grupo IV de Segunda B (04 de septiembre de 2016). Se guardó un minuto de silencio en memoria de José Requiel González, abonado número 46 del Murcia.
SALA DE PRENSA
Paco García
Iñaki Alonso
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