El Murcia puntúa lo que puede

El Real Murcia sigue sin ganar dos partidos seguidos (0-0). Pocas ocasiones en un duelo directo. Opciones a balón parado y con chuts de Ganet. El Melilla concede poco

Manolo Herrero sabe que el Real Murcia está mejor. Lo vivió: con Aquinos y Alfaros no se llega a ningún sitio si no se paga, mucho menos al fútbol profesional. Y el Murcia ahora paga. Lo que puede. Ese es su camino. Aunque a corto plazo lo deportivo quede limitado. Quiere ganar dos partidos seguidos, pero puntúa lo que puede. Así, ante el Melilla del exentrenador grana (0-0) tuvo más intención que peligro en un duelo directo por los primeros cinco puestos.

Simón tocó lo mínimo el equipo que ganó en Puertollano, solo Saura por el sancionado Julio Gracia, y el Murcia empezó bien. Quería ser protagonista y combinativo, sabía salir de la presión alta del rival, aunque sus opciones no pasaron a ras de césped, sino por aire. Al cabezazo de Carrasco le siguieron, a balón parado, los de Alberto González y Casado. El Melilla ponía pausa en cada interrupción y fue a más.

El Murcia comenzó a cometer errores con el balón y dio opción a que el Melilla creciera. Perdió el control e iba detrás del rival. Los disparos de Pepe Romero e Iker Hernández añadieron inquietud en esta fase del partido. Los de Herrero estaban más cómodos y dominaban más. El Murcia necesitaba tomar aire y lo hizo otra vez a balón parado. En un córner, Ganet casi marca. Su disparo, desviado, lo sacó Pol Ballesté con reflejos. El partido era abierto pero peligroso.

Los de Simón no se sentían a gusto. Intentaban encontrar su sitio en el campo. Haro, ahora en la izquierda, empezó a ser el atacante más influyente asistiendo a Fran García y Carrasco. El Murcia tenía que aprovechar el momento para no perder ese pulso. Le costó crear ocasiones, pero contó con los zapatazos de Ganet. Pol Ballesté hizo una buena intervención.

El Murcia quería ganar. Quería dos victorias seguidas por primera vez. Los tres cambios fueron de jugadores ofensivos. Había entrado Dani García, pero luego se fue Carrasco por Boris. Sin la eficacia del ‘9’ ya disponible, los minutos estaban pasando sin sensación de peligro. Incluso, el Melilla controló más los últimos minutos y Del Campo pudo decidir a última hora. Al final, se quedó en un 0-0. Un punto para seguir su camino al fútbol profesional.