Zeidane lo tenía tan fácil como pasarla para que el compañero, que además es el goleador del equipo, marcara a puerta vacía. Y con 0-0. Pero las ‘malas’ decisiones también dan vida al fútbol. Se la jugó en el mano a mano, la picó y marcó el tanto, al final, de la victoria. Ya lleva 4 goles en 5 partidos. La confianza y el talento llevaron al Real Murcia hacia otro triunfo (1-0) en un encuentro hasta poco antes igualado ante un Águilas que rompe su buena racha y que acabó descentrado con la expulsión de Roberto Núñez por agredir a un recogepelotas.
El partido no se decidió hasta la segunda parte. Hasta entonces, todo estuvo bastante equilibrado, sin ocasiones claras pero con un Águilas algo mejor porque desarrolló más el partido que quería. Mostró su sistema de tres centrales y carrileros. Además, Arcas (central en el eje) subía a la posición del pivote en la salida de balón. El Murcia tenía problemas para ajustar todo eso y los de Stankovic iniciaban la jugada con facilidad. Tenían la pelota y llevaban el partido más al campo grana.
Los de Simón se veían menos protagonistas de lo que quieren y acostumbran, aunque en algún momento supo recuperar su sitio con las incorporaciones de Mario o cuando Saura, Zeidane y Jara pudieron entrar en juego. El Águilas se llegó a sentir incómodo, pero volvió a hacerse con el balón y a combinar para llevar la iniciativa del partido.
Pero el Águilas perdió el control a partir de una jugada fortuita que encendió al Murcia, un balón suelto que dejó a Zeidane mano a mano ante Buigues. Lo ganó el portero, pero comenzó una inercia positiva que no iba a parar hasta que Zeidane tuvo otra oportunidad que, con Carrasco solo para empujar, aprovechó de modo exquisito. Los granas se habían adelantado con más energía y ahí sobresalió Ganet, moviendo al equipo y dando el pase del gol.
El Águilas se tuvo que ir arriba, ya sin un Chumbi bien defendido por Manu Pedre, y pasó a ser el equipo que atacaba. Su mejor ocasión fue de Cristo García tras un pase marca de la casa de Quim Araujo. Cuando más trataba de apretar fue cuando Roberto Núñez le dejó casi sin opciones, expulsado por agredir a un recogepelotas. Con uno menos, los de Stankovic también se fueron desordenando y los siete minutos de añadido solo le dieron para un cabezazo bombeado de Juanma Fernández.
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