Quedaba más de una hora para que el partido comenzase y desde entonces, y desde la distancia, la imagen era inconfundible: colas en las taquillas de Nueva Condomina. Es la consecuencia de una semana sin respiro, orgullosa e inspiradora. Con un equipo formidable y emocionante, con un nuevo Consejo de Administración y una campaña de abonos abaratada y entusiasta. Una semana que acabó con un empate sin goles ante el Marbella. Un partido que nunca resultó sencillo por culpa de un Marbella que supo apretar y contener a un Murcia afectado por la carga de minutos.
Cuanto mayor es el deseo, mayor es la espera. Eso parecía cuando las alineaciones tardaron más que nunca en confirmarse. Justo el día en el que más dudas provocaba el once entre lesiones y sanciones. Como estaba previsto, Armando ocupó el puesto de central y Guilló, a su vez, el lugar de mediocentro. Entró Sergio García y fue Chavero quien, como segundo punta, acompañó a Azkorra en la delantera. Aunque hayan cambios obligados, Isi y Arturo no salen del papel de revulsivos. Incluso, Aira se permitió un rotación voluntaria con la entrada de un Hostench que tiene el gran mérito de nunca desentonar pese a la inactividad. Mientras, el Marbella sustituyó a última hora a Gabi Ramos por Cubo y la fórmula del falso 9 la desempeñó Sergio Narváez, con Añón en banda derecha.
El Marbella fue seguramente el visitante que mejor supo contener al Murcia. Muchos lo han intentado con éxito parcial, superados finalmente en los segundos tiempos. Hace solo siete días le pasó al Algeciras. El gran mérito del equipo de Loren fue sostener su resistencia durante gran parte del choque y solo empezar a ceder a última hora. El equipo, de los mejores como visitante, mostró tal condición muy pronto. A los cinco minutos, Sergio Narváez ya había tenido un par de lanzamientos peligrosos, fruto de un Marbella que comenzó con decisión.
Tras el susto inicial, el Real Murcia quiso hacerse con el control y de paso, seguramente, serenarse tras el susto. Tocaba mucho, con paciencia, con la clara intención de mover al rival para descolocarle. No lo lograba y ganar metros se hacía muy complicado. Para que el Murcia tuviera una buena llegada Chavero sacó su calidad: filtró un pase ante tres rivales hacia una diagonal de Germán, pero no llegó. Un Germán siempre vertical, presionando o atacando, pero sin espacios sufientes para terminar de desequilibrar. Las ocasiones escaseaban y cuando llegaban no era claras: un disparo de Azkorra demasiado flojo, un tiro de Rafa de Vicente desviado o una volea alta de Sergio García eran el bagaje. El Murcia no lograba convertir su posesión en juego ofensivo. Muy compacto, un Marbella atentísimo encimaba muy bien y no daba respiro, provocando en el Murcia imprecisiones y malas decisiones. Los de Loren se movían con mucha seguridad. Tampoco le faltó fases de posesión donde combinaban bien, con mucha soltura.
Era un escenario bastante familiar. El Murcia acostumbra a firmar primeras partes discretas para mejorar con el paso de los minutos. Pero esta vez el descanso no tuvo efecto, no fue el punto de inflexión de tantos días. En el segundo tiempo, el partido retomó la línea que estaba llevando y eso implicaba un Marbella desenvuelto, que seguía equilibrado y compacto. Con las cosas así, no tardaron en entrar Arturo e Isi. El Murcia necesitaba mejorar su posesión y el mediocampo no podía ser más ofensivo: de Vicente, Chavero y Arturo. Pero decididamente este partido iba a costar más que otros. Narváez remató con libertad dentro del área y el balón, que tenía pinta de 0-1, golpeó en un compañero. Y un tiro de Añón lo atrapó en dos tiempos Fernando. Seguía bien el Marbella, molestando y jugando. En el Murcia trataban de conectar Chavero, Isi, Arturo... Buscando soluciones, se echó en falta que se buscara más a Hostench, infrautilizado en labores ofensivas. El equipo empezó a intensificar sus ataques, con Isi como agitador. Azkorra cabeceó desde cerca, pero alto, un córner peinado por Ruso e Isi no chutó bien dentro del área.
Solo en la recta final, el Marbella comenzó a hundirse atrás, a ceder espacios y facilitar algunas llegadas más al Murcia. De Vicente disparó con precipitación y Aira le pidió calma. Era el momento de no impacientarse, de que el cronómetro fuera un aliado como tantas veces. Pero esta vez no hubo esa ocasión definitiva, ese golpe certero. Volvió a disparar Isi sin acierto y en el 90' Añón rondó el 0-1, pero Fernando achicó lo suficiente. En la continuación, Isi fue agarrado por el cuello para frenar la contra y el ciezano, impulsivo, respondió tirando una patada. Roja.
No hubo tiempo para más. Ese minuto quedó como buen resumen del partido. Un rival amenazante a la vez que pegajoso, que no dio facilidades al Murcia. Fue un 0-0 indoloro para un equipo que cierra una semana complicada con un balance positivo: 7 puntos de 9 posibles. El camino (el ascenso) sigue recto y el paso (de líder) es firme. Aunque a veces en los caminos se cruce alguna piedra. La del Murcia viene de Marbella.
FICHA TÉCNICAReal Murcia (4-2-3-1): Fernando; José Ruiz, Ruso, Armando, Hostench; Guilló (Arturo), Rafa de Vicente; Germán (Javi López), Chavero, Sergio García (Isi); Azkorra. Entrenador: José Manuel Aira.Marbella FC (4-4-2): Quique Cebriá; Cubo, Edi, Javi Hernández, Sergio Rodríguez; Añón, Sielva, Yebra, Álex Herrera (Ocaña); Gerrit (Zelu) y Narváez (Juanfri). Entrenador: Lorenzo Morón, 'Loren'.Estadio: Nueva Condomina, 4.780 espectadores. Jornada 20 del Grupo IV de Segunda B.
SALA DE PRENSA
José Manuel Aira
Lorenzo Morón, 'Loren'
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