domingo, 19 de febrero de 2017

Cuestión de superioridad


El UCAM se vio impotente ante el toque del Valladolid y los rotos de Arnáiz (1-3). Mejoría local tras el cambio de sistema de Francisco. La expulsión de Albizua paró la reacción

Cuando mejor lucía el UCAM de Francisco, con dos victorias seguidas en casa y 8 puntos de los últimos 12, recibió el golpe más contundente. Se lo propinó el Valladolid ganándole 1-3. Impotente ante el inicio pucelano, que rentabilizó con dos goles su juego asociativo, acabó resignado cuando en el segundo tiempo, cuando mejor estaba, se quedó con 10. Los de Herrera pasaban de la superioridad en el medio a la numérica. No fue el día más acertado del equipo universitario, que a pesar de ello seguirá fuera del descenso una semana más tras las derrotas de Córdoba y Almería. Y el próximo domingo habrá un duelo directo contra los de Soriano.

El Valladolid tuvo mucha culpa de la derrota, sobre todo por su primer tiempo. En Valladolid se venía hablando del rombo y del tridente. Un centrocampista más o un punta extra. Herrera probó el 4-3-3 ante el Tenerife, pero acabó volviendo a lo que más le convence. El equipo que más pases da en la categoría recuperó ese 4-4-2 en rombo con la entrada de Sergio Marcos. Al menos una versión híbrida: el '10' flotaba entre la banda y la mediapunta. Los blanquivioletas, con superioridad en el medio, comenzaban a elaborar su juego y adelantaban su línea casi hasta el mediocampo. La voluntad era posesiva y ofensiva, lo que demostraba incluso en los córners en contra dejando a dos jugadores descolgados. Pero esa posesión también era inteligente. La sucesión de pases en corto se rompía, de pronto, con algún pase largo. Control y ruptura. Así llegó el 0-1, con un balón al espacio para Arnáiz, que asistió a Raúl de Tomás.

El UCAM no protagonizó esta vez uno de sus inicios inflamables. La presión alta dio paso al bloque medio, quizá para congestionar la circulación del rival en mediocampo. No funcionó. Sin ese vértigo, los de Francisco no jugaban con claridad. Tampoco eran precisos. Demostraron que en la construcción desde el ataque posicional sufren. Solo Collantes, como director del ataque, era capaz de generar juego. No solo el Valladolid conservaba con sobriedad su ventaja, sino que supo doblarla. De Tomás obligó a intervenir a Biel Ribas y Jordán intentó, y rozó, el gol olímpico. Finalmente, Arnáiz marcó en una destacada acción personal en la que se marchó de Basha, quebró a Fran Pérez y ajustó su tiro a la base del poste.

Con un once reconocible y de garantías, el UCAM tenía un banquillo más limitado sin Luis Fernández, Nono, Cedrick e Iban Salvador. Faltaban alternativas en el peor escenario. Francisco movió el dibujo. Entró Manuel Sánchez por Vicente y con un 4-3-1-2 el equipo empezó a funcionar. Lo hizo hasta el punto de estar a punto de marcar en una jugada entre Jona y Collantes que acabó en el palo. Ya antes del descanso, Collantes había protagonizado varias ocasiones encadenadas. En el segundo tiempo aumentó su brillo Jona, que descargó un balón, se giró y dentro del área cruzo demasiado. El UCAM fluía mucho mejor y la muestra fue que Pau Torres se tiró al campo pidiendo ser atendido. El Valladolid no sabía cómo parar el ataque local. Pero un portero no iba a ser el gran problema. Lo fue la expulsión de Albizua, que agarró a Mata cuando se quedaba solo.

El partido se aplanó entonces. Con 10, los de Francisco se quedaron sin impulso y el Valladolid estaba conforme con su renta. El UCAM aún latía con balones hacia Jona, pero con más deber que creencia. Mata chutó al palo y acabó llegando el tercer gol pucelano. Lo hizo Míchel desde la frontal. Si Herrera quería recuperar una posesión de calidad, también pretendía que la segunda línea llegara más. Otra conquista en Murcia. Jona tuvo premio a su trabajo e hizo el 1-3 en una maniobra formidable, pero apenas quedaba tiempo para más. Solo para un libre directo de Pere Milla sacado por un siempre seguro Pau Torres.

FICHA TÉCNICA

UCAM Murcia (4-4-2): Biel Ribas (C); Tekio, Fran Pérez, Albizua, Morillas; Collantes (Pere Milla), Basha, Juande, Vicente (Manuel Sánchez); Natalio (Tito) y Jona.
Entrenador: Francisco.

Valladolid (4-4-2 rombo): Pau Torres; Moyano (C), Guitián, Álex Pérez, Balbi; André Leao; Jordán, Sergio Marcos (Álex López), Míchel; Raúl de Tomás (Ángel) y José Arnáiz (Mata).
Entrenador: Paco Herrera.

Goles: 0-1 (8') Raúl de Tomás. 0-2 (27') Arnáiz. 0-3 (82') Míchel. 1-3 (89') Jona.

Incidencias: La Condomina, 4.106 espectadores. Jornada 26 de Segunda División (18 de febrero de 2017).

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