Fue un apagón brusco. Un minuto extraño, pero que bastó para transformar el partido en otro distinto. En uno irreconocible para un líder que había comenzado entonado. Pero entonces llegó la lesión de Hostench. Atención de los médicos y cambio. El parón fue fatal y el Murcia nunca se repuso. Se caló al intentar arrancar de nuevo y ahí se quedó. Quieto, clavado, viendo cómo el Mérida se aprovechaba de ello para crecerse y rozar una victoria que mereció. Solo un gol en propia puerta evitó la tercera derrota seguida en Nueva Condomina de los granas.
El Murcia se presentó con la novedad de Álvaro Marín en el lateral derecho ya que Jaume Sobregrau sintió durante la semana algunas molestias. También jugó Guilló, que volvía tras sanción, y Javi López, que repetía titularidad. Eso llevaba a Chavero al medio, quedando Rafa De Vicente en el banquillo. Parecía una buena oportunidad para lo contrario, para que Chavero tuviera un descanso reparador. Muchos temen que su kilometraje no sea ilimitado, aunque Aira no dude de él, a la vista está, en el apartado físico. Enfrente llegó el Mérida previsto, repitiendo el once de la pasada jornada con la excepción de Pablo, que sustituyó a Jesús González (baja).
Como decimos, el Murcia pegó un frenazo tras la lesión de Hostench. Hasta entonces, el equipo de Aira daba sensaciones muy sanas. Ya en el primer minuto llegó el primer intento sobre la portería de Raúl Moreno, un balón despejado que Javi López remató de volea desde la frontal. A continuación, Germán apareció con peligro por la derecha y su pase lo alcanzó Fran Moreno llegando desde atrás. El disparo, prometedor, impactó sobre un defensa. Sin duda, el Murcia había empezado con iniciativa, jugando bien y apretando rápido sin balón. Y quedaba por contar con otra ocasión, una falta bien sacada por Javi López que cabeceó fuera Satrústegui.
Llegó entonces el fundido a negro. De repente, Hostench quedaba tendido en el suelo. Tendría que entrar Pumar, recuperado en tiempo récord. Se supone que era un cambio simple, puesto por puesto. Además, el lateral que volvía era el titular. Algo tuvo que variar, algo mínimo e imperceptible, pero devastador. El equipo recibió las primeras ocasiones del Mérida. Primero Joaqui chutó al lateral de la red. Fue córner, y a su salida el balón, prolongado al segundo palo, lo remató a bocajarro Pedro Conde. La jugada, muy dudosa en directo, fue anulada por fuera de juego. Así empezaba otro partido. Sin tiempo para catarlo, ya se estaba atragantando. Aitor anticipó su gol con una arrancada por el interior y un disparo ajustado que se fue fuera. No perdonó a la segunda. Desde la banda, trazó la diagonal hacia dentro, como le gusta, le hizo un cañó punzante a Guilló y su derechazo abrió el marcador.
El Mérida había comenzado a ganar confianza con el balón y cada vez se sentía más cómodo sobre el césped de Nueva Condomina. Incluso comenzó a gustarse. En el Murcia todo eran dudas, ya fuera tocando y disputando la pelota. La inseguridad contagió al mismo Chavero, que dio un mal pase atrás que no tuvo consecuencias por el corte desesperado de Satrústegui. Las jugadas se estancaban en un Murcia nítidamente partido. Jugada tras jugada, el equipo dibujaba un 4-1-5 que le condenaba. Por delante de un Guilló muy desafortunado quedaba una línea de cinco estática que se anulaba a sí misma. Faltaban desmarques de apoyo.
Los de Aira no iban a lograr así recuperar el ritmo del inicio. Al fin apareció ese juego entrelíneas y, claro, entonces se generó una buena ocasión que Germán no supo leer. No abrió a la izquierda, donde Javi López estaba solo, y la jugada quedó en nada. Era el camino a seguir. Hasta entonces, el Murcia solo contaba con una jugada de Fran Moreno en la que se revolvió en el area y tapó Zamora y un intento desde el círculo central de Chavero. Demasiado pobre para superar a un Mérida que contaba con un Javi Chino que como pivote defensivo cumplió a la perfección y a quien no le pesó la amarilla que vio.
El desequilibrio posicional del Murcia no solo afectaba a su juego ofensivo, también al defensivo. Con tantos metros entre defensa y ataque, el Mérida tenía espacios para que Conde descargara balones y la línea de 4 a su espalda participara y combinara. Conde casi se plantó solo ante Fernando, pero su control se fue largo y el portero pudo llegar. Después, una pérdida del errátio Guilló generó una contra tan peligrosa como mal resuelta. El partido volaba y se podía volver inalcanzable. Aira no desaprovechó la ocasión y con Chavero tendido, habló con Germán. El Murcia habría pedido tiempo muerto si hubiera podido. En su defecto pedía a gritos el descanso. Aún quedó tiempo para que Borja dejara clavado a Chavero con un control, con chut final desviado, y para que Aitor dejara atrás a Pumar y su centro lo tuviera que atrapar Fernando.
El descanso debía corregir una primera parte mala y desconcertante. Reordenar ideas y pensamientos para que el equipo se reencontrara. Sin embargo, en los primeros minutos del segundo tiempo no llegaba la mejoría. Imprecisiones, malas decisiones... Y el Mérida se soltaba en ataque. El panorama era demasiado similar. Pedro Conde chutó con peligro y desvió Fernando. En ese córner, un cabezazo de Zamora salió alto por poco. El Mérida volvió a llegar con una buena triangulación entre Conde, Borja y Joaqui. Borja se soltó definitivamente en la segunda parte y regaló maniobras hábiles y un manejo de balón por momentos fabuloso.
Aira movió el banquillo. Primero entró Sergio García por Marín y luego De Vicente por Satrústegui. El resultado era arriesgadísmo. Javi López pasó al lateral derecho y Guilló al centro de la defensa, junto a Armando. Solo quedaba Pumar como defensa nato. Con el toque de Sergio y la perseverancia de Fran Moreno, el Murcia encontró una luz en la que confiar. Primero, Sergio sacó un córner cerradísimo que Raúl Moreno evitó que fuera gol. La jugada siguió y Javi López chutó al lateral de la red. Luego, un tiro de Fran lo volvió a taponar Zamora. El tiempo corría y el Murcia sacó rápido una falta. Otra vez Fran Moreno recibió y su chut al primer palo obligó a una mano firme del portero.
Se terminó de animar Nueva Condomina con una acción individual de Chavero, que centró al segundo palo y un defensa tuvo que desviar. El Murcia intentaba al menos empujar con centros y balones directos. Y tuvo premio .Sergio García puso un fenomenal centro raso al segundo palo y Morgado se marcó en propia puerta al intentar despejar. El Murcia estaba rescatando un punto en un partido en el que sin buen juego solo podía confiar en lo anímico. Y en Fernando, portero de la guarda. Con la emoción aún del empate, un desajuste defensivo dejó solo a Pedro Conde. Fernando desvió su tiro con una mano mayúscula. De ahí al final, Sergio seguía iluminando el ataque desde la izquierda con un Mérida que ahora sí empezaba a perder aire y colocación. Antonio Gómez apuró los cambios hasta el final y los utilizó como respiro. El Murcia tuvo que dar por bueno el empate en le tercer partido sin victoria en casa, con un juego a peor. El alivio por puntuar en una tarde tan confusa no dejó tiempo ni para pensar que la cabeza de la tabla se puede estrechar como hace tiempo que no hace.
FICHA TÉCNICA
Real Murcia (4-4-2): Fernando; Marín (Sergio García), Armando, Satrústegui (Rafa De Vicente), Hostench (Pumar); Germán, Guilló, Chavero, Javi López; Fran Moreno y Carlos Álvarez.
Entrenador: José Manuel Aira.
Mérida (4-1-4-1): Raúl Moreno; Pablo (Elton), Zamora, Morgado, Jony; Javi Chino; Joaqui, Matas (Vivancos), Borja, Aitor (Troiteiro); Pedro Conde.
Entrenador: Antonio Gómez.
Goles: 0-1 (21') Aitor. 1-1 (74') Morgado, en propia puerta.
Incidencias: Nueva Condomina, 3.942 espectadores. Jornada 31 del Grupo IV de Segunda B (25 de marzo de 2016). Se guardó un minuto de silencio por las víctimas del atentado en Bruselas y por los fallecimientos de Johan Cruyff y Antonio Guillén Bravo, abonado número 10 del Real Murcia. A mediodía el Consejo de Administración acordó las condiciones en las que se hará la ampliación de capital aprobada el pasado 13 de marzo (más información AQUÍ).
SALA DE PRENSA
José Manuel Aira
Antonio Gómez
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