domingo, 17 de abril de 2016

Sin la victoria más merecida

El UCAM empató (0-0) en uno de sus mejores encuentros en casa. El Melilla enlaza otro partido invicto con trabajo y un estelar Dani Barrio. El Murcia mantiene el liderato

Era el minuto 94 cuando el partido se contrajo en un instante. Fue en un lanzamiento de falta de Góngora. Ejecutó un golpeo certero e intencionado, como el partido del UCAM, pero resultó insuficiente. Una estirada llena de convencimiento de Dani Barrio elevó la resistencia del Melilla hasta el final. Tras la parada no hubo tiempo para más. Justo en el partido en donde el UCAM mostró el mejor tono de las últimas semanas en casa, la victoria le dio la espalda.

El Melilla puntuó otra semana más con mucho esfuerzo y sus señas de identidad, con el once previsto y una línea de cinco defensas. Por eso, el UCAM, además del regreso de Fran Pérez, metió algunas variantes que ya se podían prever en la previa. Tras varias jornadas con Aguilar o Jesús Rubio en banda derecha, fue turno para un extremo natural como Josan. La consigna era abrir a esa defensa tan poblada por dentro que, además, tenía la novedad de Sergio Díaz en el lateral izquierdo. Para no solo incidir en la amplitud, Salmerón reforzó el juego de posesión con la entrada de Nono Delgado por Checa. Variantes claras y justificadas por las características del rival.

Y el inicio no pudo ser más satisfactorio. Josan apareció ya al primer minuto, en un centro que atrapó Dani Barrio. Seguidamnete, el UCAM firmó una gran combinación entre Nono Delgado, Pallarés y Josan, que culminó Aguilar con un punterazo que paró el portero junto al palo. Llegaban los primeros centros y se jugaba con movilidad y fluidez. Un desmarque de Pallarés fue visto por Góngora, que le puso un buen balón. El delantero buscó el gol con una vaselina que no supo precisar.

A partir de ahí, empezaron a aparecer algunas interferencias en la armonía local. Un indecisión atrás obligó a intervenir a Biel Ribas, pero más allá del susto el Melilla empezó salir de atrás a base de saques de banda, faltas y córners. Sobre todo, comenzó a conectar con Chupe, que desde la derecha resplandecía como la principal preocupación para el UCAM. Aunque los de Salmerón tuvieron una buen llegada por la derecha, en un centro que se paseó con peligro y al que no llegó Aguilar, eran minutos confusos. Parecía que el UCAM había decidido permitir la salida desde atrás del Melilla, invitándole a que se abriera. David Álvarez templaba bien las posesiones aunque Chupe se mantenía como principal protagonista, sobre todo cuando realizó una sensacional jugada por la derecha, tirando un caño a Góngora y centrando con peligro.

El UCAM trató de recuperar su mejor juego, retomar el hilo de un discurso, el del inicio, convincente. Josan, que actuó en muchos momentos a pierna cambiada, soltó un derechazo que desvió un defensa de manera providencial. Intentando recuperar el buen tacto, los de Salmerón tocaban para desajustar al rival. En esa tarea empezó a ser fundamental Aguilar. El delantero entiende muy bien el juego, pues cuando interviene siempre sabe qué es lo que más le conviene a la jugada: parar, tocar, dejar pasar la pelota , fintar... Siempre elige, nunca parece dubitativo. Y suele elegir bien. Con un taconazo de espaldas habilitó bien a Nono y luego amagó antes de chutar desviado. Con un Salmerón que insistía en la necesidad de hacer ancho el campo, el equipo dependía de esas acciones de Aguilar para generar arriba. El delantero no pudo rematar bien una falta lateral de Góngora y generó con la complicidad de Josan otra buena llegada.

El Melilla llegaba satisfecho al descanso. Había tenido minutos donde pudo asomarse arriba o tocar más, y cuando volvió a replegarse frenó bien al UCAM con la excepción de Aguilar. Pero la estructura perdió una columna. Chupe, lesionado, tuvo que ser sustituido al descanso y su salida se notó. El Melilla quiso llevar el partido a su terreno habitual, un juego salpicado de disputas y en donde las faltas son un recurso más para interrumpir el juego rival. Confiesa Granero que no es el fútbol que más le gusta, pero sí es el que mejor le viene al equipo. Siempre es interesante que un técnico tenga la capacidad para amoldarse al contexto que le toca (plantilla, objetivos). Y que lo reconozca con naturalidad.

Sin el ala de Chupe, el Melilla perdió vuelo. El UCAM insistió en tocar y en controlar el partido, sin querer salirse de ese guión ni permitiendo que le sacasen de él. Realizó una magnífica jugada, llevando el balón de derecha a izquierda, donde Josan dobló para Góngora. El centro no encontró remate. Josan, de nuevo a pierna cambiada, disparó ajustado y el balón rozó la base del poste. A continuación lo intentó Nono tras una buena presión de Remón. Tekio y de nuevo Josan sumaron más llegadas.

El equipo encontró el impulso definitivo con la entrada de Isi Ros. Desde el primer momento se movió bien, generando incertidumbre cada vez que encaraba. Su efecto pudo eclipsarlo una jugada que casi tiene fatales consecuencias para el UCAM. Con la pelota en defensa, hubo un mal entendimiento y Nono Delgado dejó pasar la pelota. Esta le llego a David Álvarez, que se perfiló y su tiró lo tapó Biel Ribas. Sin consecuencias, la jugada quedó en un paréntesis. Isi Ros seguía con un espítitu travieso que no se intimidaba ni ante la dureza de algunos jugadores del Melilla. 

Atrevido y lúcido, Isi resultaba indetectable. Vigorizó el dominio local y el UCAM afrontó la recta final con mucha decisión. Sin embargo, a la afición no le parecía suficiente y se impacientaba. Ante ese estrés que el público le metía al equipo, estaba por ver si los jugadores caían en la precipitación. Un centro de Nono lo cabeceó fuera Pallarés y el Melilla se sacudía el agobio con hasta dos jugadores tendidos en el campo. Al final, pasado el 94', Góngora tuvo la última ocasión. Dani Barrio voló y maravilló con una parada a mano cambiada. En el día en el que el UCAM más mereció, logró menos.


FICHA TÉCNICA

UCAM Murcia (4-2-3-1): Biel Ribas; Tekio, Fran Pérez, Pol Bueso, Góngora; Remón, Nono Delgado (Julio de Dios); Josan (Titi), Aguilar (Isi Ros), Nono; Pallarés.
Entrenador: José María Salmerón.

Melilla (5-4-1): Dani Barrio; Pepe, Mahanan, Nacho, Richi, Sergio Díaz; Chupe (David Vázquez), David Álvarez, Diakité (Manolo), Aznar; Cascón (Cubillas).
Entrenador: José Carlos Granero.

Incidencias: La Condomina. Jornada 34 del Grupo IV de Segunda B (17 de abril de 2016).

SALA DE PRENSA

Salmerón

Granero
 

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