lunes, 23 de mayo de 2016

Equipo de artificieros

El UCAM desactivó al Castilla (2-1) con mucho esfuerzo y orden. El goleador Aguilar hizo los dos tantos que remontaron el marcador. Mariano y Febas, los mejores del filial blanco

Primero fue el simulacro. Luego llegó el caso real. Hace siete días, el UCAM se enfrentaba contra el Linense en La Condomina, en un partido sin nada en juego. Lo del Castilla fue bien distinto, como manejar una carga explosiva. Por lo que había en juego, por el talento rival y por la intensidad obligada. Así, el grupo de Salmerón, como el mejor equipo de artificieros, evitó cualquier detonación y tomó ventaja en la elimintaria entre campeones, el camino más directo hacia la Segunda división.

Al menos dos habían sido las consignas durante la semana en el UCAM: la presión sobre la salida de balón del Castilla y máxima atención para cerrar líneas de pase. Para ser ante todo un rival incómodo, Salmerón decidió reunir en el once a Manolo, Remón y Checa. En el caso de Manolo se trataba de su cuarta titularidad seguida, haciéndose imprescindible en el momento más decisivo de la temporada. Fue el detalle más destacable, además de confirmar que Fran Pérez y Marcelo formaban la pareja de centrales. Por su parte, el Castilla sacó su once ideal, el mismo que asaltó el liderato en la última jornada goleando a La Roda.

Con mucho ritmo desde el inicio, el UCAM aplicó desde el primer momento una formidable presión adelantada. Con ella, forzaba pérdidas en un Castilla muy incomodado. Era neutralizado antes de que pudiera montar transiciones y sus medios se veían obligados a recibir de espaldas. Fue un esfuerzo generoso de todo el equipo, un despliegue liderado por Remón, que sabía cuándo saltar a la presión, y Pallarés, incansable como primer defensa. El delantero también se hizo fuerte en el juego directo. Fue Manolo quien tuvo la primera gran oportunidad con un tiro al primer palo que despejó Abad. Aprovechando que a esa hora también se jugaba el Toledo-Real Murcia, fue fácil relacionar el planteamiento del UCAM con el que hizo el equipo de Onésimo cuando visitó el Alfredo Di Stéfano. Ahí, el Toledo fundamentó su victoria con una incómoda presión en campo rival.

La presentación del UCAM era tan prometedora como poderosa, pero el Castilla asaltó la portería local en la primera ocasión en la que pudo salir. Tras un balón aéreo ganado por Mariano, Tejero, lateral profundo, dobló por la izquierda y su centro lo remató Febas. Era la primera muestra de calidad del talentoso medio. El gol pareció vitalizar al Castilla, y Fran se atrevió a irse al ataque y probar el chut. Entonces apareció Aguilar, que bajó en el área un pase de Nono con habilidad y solo ante Abad empató apenas tres minutos después. El gol recondujo el partido al lado del UCAM, es decir, al apartado físico. Seguía la presión constante y la generación de buenas ocasiones. Un gran centro de Góngora encontró el cabezazo desviado de Pallarés, y el propio ariete inició una gran combinación que continuó Nono y culminó Aguilar.

Cuando el Castilla lograba sacudirse el acoso siempre era en botas de Febas. Un mediocampista de calidad, fino y escurridizo, muy ágil para recibir y conducir con verticalidad. Transmitía las mejores sensaciones en el filial junto a Mariano. El delantero mostró sus atributos: fortaleza y potencia. Biel Ribas le sacó un disparo durísimo. Por ello, era tan delicado que los dos centrales del UCAM fueran amonestados en la primera parte, con tantos duelos directos por disputarse. Incluso, un descontrolado Marcelo mereció la roja. Los de Salmerón tuvieron una buena llegada, en un centro de Manolo que Nono ganó por alto a la zaga por fe. Sin embargo, el partido comenzó a estar más disputado e igualado conforme el desgaste aumentaba. Fue entonces cuando el Castilla pudo tocar más. El UCAM fue reculando y necesitaba el descanso. El cansancio se hizo evidente en jugadores como Checa. Fatigado, se vio impotente ante otra acción punzante de Febas y minutos después vio la amarilla.

Tocaba regular los esfuerzos, saberlos administrar. Así, el UCAM comenzó el segundo tiempo esperando en su campo, concediendo al Castilla un inicio de jugada sin obstáculos. Estos esperaban varios metros más adelante. Eso sí, dos ocasiones seguidas volvieron a lanzar al equipo universitario. Pallarés cabeceó un centro y Nono forzó una gran parada de Abad, un portero notable que demostró su nivel en La Condomina. Fue en esa corriente creciente cuando llegó la remontada. Aguilar recibió en la mediapunta, los centrales fueron reculando y concedieron el espacio suficiente para que el máximo goleador del UCAM soltara un derechazo a la escuadra. Es su decimotercer gol de la temporada. El equipo, lanzado, siguió creando peligro.

Con el paso de los minutos el repliegue ya fue inevitable. El Castilla se hizo claramente con el manejo de la pelota, pero no lograba generar ocasiones. Biel Ribas solo tuvo que intervenir en un tiro blando. La mejor defensa le ganaba al mejor ataque. El UCAM supo cerrar espacios en su campo. Sin rendijas, la posesión blanca se hacía estéril. Pero el plan tuvo otra pata fundamental: Nono Plata. Impresionó por su liderazgo y estiró a su equipo, recibiendo y encarando siempre con éxito, imparable para los rivales. Cada intervención suya era una bocanada de aire para el equipo. Precisamente, Nono regateó varias veces junto a la línea de fondo antes de ceder a Manolo, que chutó. El esfuerzo cada vez era más visible. Checa, Fran Pérez, Remón... Varios fueron los jugadores que tuvieron que ser atendidos. Llegaron los primeros cambios. Pol Bueso no protagonizó ninguno a pesar de una pareja de centrales amonestada y de los problemas de Fran. También es verdad que ambos supieron cargar con esas amarillas y no se vieron nuevamente comprometidos. Sí entró Nono Delgado, demasiado tendente al adorno, para refrescar el medio.

El UCAM mantenía la intensidad y la concentración y aún tuvo fuerzas para un ataque en el que Pallarés probó a Abad y Nono, en el rechace, reclamó penalti. La tensión se desató en varios lances, entre algún manotazo y alguna entrada brusca. Al final, los cuatro jugadores de la defensa universitaria acabaron con amarilla. Los de Salmerón conservaron su ventaja y hasta echaron en falta un resultado mejor. Pero la victoria era justa. El UCAM supo minimizar las virtudes el Castilla sin descuidar por ello el ataque. En una temporada en donde la mentalidad del equipo invitaba a la desconfianza, el UCAM actual irradia confianza y entereza. En el día más exigente, desactivó al rival más explosivo.

FICHA TÉCNICA

UCAM Murcia (4-4-2): Biel Ribas; Tekio, Fran Pérez, Marcelo, Góngora; Nono Plata, Remón, Checa, Manolo (Josan); Aguilar (Nono Delgado) y Pallarés (Isi Ros).
Entrenador: José María Salmerón.

Castilla (4-3-3): Abad; Fran, Salto, Reguilón, Tejero; Febas, Llorente, Javi Muñoz (Enzo Zidane); Odegaard (Cedrés), Mariano y Mayoral (Torró).
Entrenador: Ramis

Goles: 0-1 (10') Febas. 1-1 (13') Aguilar. 2-1 (50') Aguilar

Incidencias: La Condomina, 4.500 espectadores. Partido de ida de los 'play-offs' de ascenso a Segunda A entre campeones de grupo (22 de mayo de 2016).

SALA DE PRENSA

Salmerón

Ramis
 

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