domingo, 8 de mayo de 2016

Un extraño en Nueva Condomina

Una exhibición de Nico Hidalgo acentúa el bajón del Real Murcia, derrotado por el Granada B (3-4). El filial se aprovechó de la inseguridad local. El UCAM, campeón de grupo

El Murcia estaba lastimado. Quería quitarse las muletas y entonces se despeñó por las escaleras. Cada escalón es una montaña. Antes era al revés. El Murcia que se crecía en la adversidad ahora se encoge ante los contratiempos. Desconcertante. Irreconocible. Aquel partido en Los Cármenes, remontada con 10, mostró lo mejor del equipo. El de ayer, con el Granada B también enfrente, lo peor. Los granas sumaron otra derrota ante un filial subido a las piernas de Nico Hidalgo, que no sabemos si será ingenioso, pero sí tiene mucho de virtuoso.

Llevaba el Murcia 1 punto de los últimos 15 y 1 de los últimos 18 en casa. Un hundimiento, no siempre de juego, sí de resultados, del que se fue beneficiando el UCAM con sigilo, punto a punto, sin prisa pero sin pausa. Un caminar tranquilo que los granas se encargaron de hacer efectivo. Aira metió una única variante en el once, pero resultaba influyente. Arturo volvía a ser titular, y con él el 4-4-2 tradicional mutó a un 4-3-3, con el canterano y Chavero generando juego desde los interiores. Arriba esperaba Carlos Álvarez y, abiertos, Germán y Javi López. Esas eran las armas ante el Granada B, que encadenaba 5 derrotas por la mínima a domicilio y que se presentó con lo previsto, incluidos el enrachado Boateng y la centella Nico.

El partido quiso desvelar claves nada más empezar. En el primer minuto, Nico Hidalgo se proyectó con rapidez y su centro lo remató fuera Clifford. La respuesta fue inmediata: Javi López remató dentro del área y, desde cerca, Dimitrievski se estiró con enorme agilidad. Figura y agitación, esas serían constantes reiterativas. Fue un buen inicio del Murcia. El equipo lograba imponerse con su salida de balón en largo, ganando y descargando esos balones y activando a la segunda línea, que ahí empezaba a jugar y a generar. Arturo colgó un balón, Javi López lo bajó y Germán voleó desviado. En otra salida directa, Carlos Álvarez terminó chutando flojo tras intentar conectar con Germán, que volvió a situarse en la izquierda. La sensación era que en todos esos balones el equipo ganaba los duelos y el ataque del Murcia mostraba suficiente superioridad para encontrar el gol. Así fue. Varios jugadores del Murcia llegaron al área y Dimitrievski derribó a Arturo. Tras tres minutos atendiendo al portero, Chavero no falló y metió el penalti por la escuadra. Habían buenas señales y un marcador favorable. ¿Fin al laberinto grana?

La duda se resolvió negativamente con el empate. La defensa no estuvo atenta para encimar a Boateng, que dentro del área disparó con suavidad, pero con colocación. El ghanés sumaba otro tanto a su cuenta ante un Fernando clavado. El despiste pasó a ser impotencia. Nico Hidalgo agarró la pelota, se la cosió a la bota derecha y se fue de todo rival que se le cruzaba. Aún tuvo lucidez y fuerzas para, ante Fernando, picar el remate. Un gol de bandera y dos bofetadas que aturdieron al Murcia. De ahí al descanso, el equipo perdió el norte y la claridad en el juego, secándose a consecuencia de ello la producción de ocasiones. Chavero y Arturo, este último asumiendo mucha responsabilidad, empezaron a abusar de la conducción. El Granada B había ido mostrando sus virtudes, con unos mediapuntas que se encontraban, un Nico Hidalgo también importante a la hora de saltar la presión rival y un Sergi Guardiola dinámico, con buen manejo de balón y rápido. Solo Ruso, por alto, impuso autoridad ante el ariete.

Precisamente, Ruso fue sustituido al descanso por Isi, condicionado por una amonestación. Antes ya se había retirado Javi López, lesionado. Podría ser un triste final de temporada para el extremo, cargada de impotencia. Tomaba riesgos el Murcia, reorganizado en un 4-1-3-2 y Chavero como pivote. El equipo tomó la iniciativa y los atacantes trataban de encontrarse. Pero la defensa del Murcia sumó otro pecado: la indecisión. Guardiola se coló entre Armando y Fernando y el portero derribó al delantero, que transformó el penalti. El gol motivó la entrada de Rafa de Vicente por Armando y otra vuelta de tuerca al esquema: 3-1-4-2. Pero el dibujo tuvo color cuando Germán, con escaso ángulo, marcó después de un tiro de Sergio García rebotado. Se abrió una ventana a la esperanza. La acumulación de atacantes estresaba a la zaga del filial, con un Germán acertado e intenso. Isi tardó en entrar en juego, pero cuando lo hizo firmó una gran condución por dentro. Llegó un córner y la grada se excitó. Centró Chavero desde la derecha y Carlos Álvarez cabeceó fuera. 

Pero el Granada B logró estirarse y, con ello, aligerar el peso que ejercía el Murcia. Lo hizo con Tomás y, cómo no, con un infatigable Nico Hidalgo. Para ser un jugador importante en el filial nazarí habiendo nacido en Motril hay que tener mucha calidad. Y a Nico Hidalgo le sobra. Pudo superar su propio gol, en una conducción por el centro que resultó imparable por su velocidad. Ante Fernando, se atrevió a tirarse un autopase como paso previo para marcar a puerta vacía. Llegó un defensa. Se sacó la espina poco después, cuando volvió a encarar y esta vez asistió al desmarque de Wilson Cuero, que cruzó el tiro a la perfección. Hubo tiempo para que Germán, a centro de Sergio, cabeceara el 3-4, pero solo fue maquillaje. El UCAM había ganado 0-2 en el Carranza y el liderato ya era suyo. Durante las semanas, las circunstancias acabaron contagiando al Murcia. Lo accidental, por repetitivo, ya es sintomático. Hoy es un extraño en Nueva Condomina. Hoy, cualquier contratiempo turba al equipo. Un equipo que construyó su autoridad desde la fortaleza mental, siempre airoso en el 'más difícil todavía'. Ascender tras el desplome. Esa sería la actuación estrella.


FICHA TÉCNICA
Real Murcia (4-3-3): Fernando; José Ruiz, Sobregrau, Ruso (Isi), Pumar; Chavero, Armando (Rafa de Vicente), Arturo; Javi López (Sergio García), Carlos Álvarez y Germán.
Entrenador: José Manuel Aira.

Granada B (4-1-4-1): Dimitrievski; Nico Hidalgo, Morante, Brian Oliván, Tomás Sánchez; Carmona; Navarrete, Boateng, Sergio Martín (Corozco), Clifford (Nabil Jaadi); Sergi Guardiola (Cuero).
Entrenador: Jose Miguel Campos.

Goles: 1-0 (17') Chavero, de penalti. 1-1 (26') Boateng. 1-2 (28') Nico Hidalgo. 1-3 (58') Sergi Guardiola, de penalti. 2-3 (62') Germán. 2-4 (85') Cuero. 3-4 (87') Germán.

Incidencias: Nueva Condomina, 4.236 espectadores. Jornada 37 del Grupo IV de Segunda B (7 de mayo de 2016).

SALA DE PRENSA

Jose Manuel Aira

Jose Miguel Campos
 

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