Lo dijo Salmerón en la misma mañana del partido: no quería prórroga. En solo tres días recibía al Elche. Pues la hubo. La primera victoria de la temporada se empeñaba en resistirse. Pudo llegar ante el Córdoba y ante el Sevilla Atlético y parecía inevitable ayer, cuando en el 80' el UCAM se imponía en el juego y en el marcador, pero dos goles de Michu alargaron el partido. Otra vez una mueca de disgusto para un equipo robusto que ganó filo. Entonces un fenomenal Vicente premió la visible progresión del equipo haciendo el 4-3. Las piernas de los vencedores siempre pesan menos.
El Oviedo que encontró el UCAM se presentó con una larga posesión. Era lo esperado. Y hasta lo deseable. Con un UCAM aún en formación, tener que llevar la iniciativa podría descubrir costuras aún por coser. Mejor bloqueo que gobernación. Pero lo cierto es que el equipo no se limitó a consolidar su defensa, sino que se animó en ataque. No importaron los numerosos cambios en el equipo respecto a la última cita liguera: ocho. Más cambió el Oviedo con hasta nueve novedades, entre ellas el regreso anunciado de Michu.
El UCAM tardó poco en coger confianza con el balón y ahí descubrió que la defensa del Oviedo era de plastilina. Nono se encargó del primer aviso cuando le ganó la espalda a Gil y su balón no encontró portería. Tras un córner, la pelota quedó suelta y Albizua la estrelló en el larguero. Se sentía cómodo el equipo en tres cuartos, con un Nono que, motivado y
reinvidicativo, aportaba dinamismo. Su capacidad para sacarles faltas a los
contrarios es sobresaliente. Y mientras, Jona se peleaba con los
centrales fijando, forcejando y descargando. Es el delantero que erosiona defensas y oxigena al equipo, una figura irrenunciable ya sea con Pallarés, Jona o ahora Juanma. El Oviedo no lograba dar vuelo a su juego, donde solo Alaniz parecía entonado. Apretaba bien el UCAM, provocando recuperaciones o que el rival tuviera que reiniciar desde atrás. Un tiempo precioso para reorganizarse detrás de la pelota.
Todos esos méritos chocaron con el 0-1, un balón que pasó por el centro de la defensa hasta llegar a Linares. Fue una de las pocas veces en las que el delantero pudo pisar área, diluido antes y después en banda. El UCAM no permtitó que el contratiempo le sacara de su buen camino. Supo reaccionar y muy pronto generó la ocasión del empate. Jona se revolvió en el área y tras una meritoria mano abajo de Esteban, Nono aprovechó el rechace.
El guante de Vicente
El UCAM había reconducido el partido y Vicente lo iba a acelerar. Empezó a aparecer por banda y se destapó a balón parado. En un córner encontró a Juande y en una falta lateral, ya en la segunda parte, a Tito. 3-1. Vicente estrenaba titularidad de modo reluciente y con el debutante Morillas formaron una banda izquierda de garantías. El extremo, más riguroso que Collantes en las ayudas defensivas, apoyaba a un lateral que siempre cerró bien su parcela. Dura competencia, por doble, para Góngora.
La eliminatoria se le escapaba al Oviedo como se le había escapado a Pereira el 2-2 con un balón que dio en la escuadra. Los de Hierro no sabían corregir su elaboración imprecisa y sin profundidad. Cada vez parecían más perdidos, nublados en el juego y romos en ataque. El Oviedo era incapaz de atravesar con autoridad el mediocampo ante un UCAM compacto y con soltura para atacar. Hierro trató de corregirse con la entrada de Toché y Susaeta. Al menos el equipo ganó ortodoxia y con empuje quiso poner el resto. Sin resultados visibles, se metió en el partido tras un error de Fernando, que no blocó un disparo que acabó en pies de un Michu hasta entonces inédito. Para el portero no fue la mejor de sus noches. A pesar de eso, el UCAM sostenía salidas burbujeantes con Collantes y Vicente. Pero en el 93', Susaeta sacó una falta y Michu cabeceó el empate, con Fernando atornillado sobre la línea.
La excitación del Oviedo era su mayor ventaja para la prórroga. Pero el UCAM contaba con Vicente. Sin un dominador claro y comprobando que Juanma necesita más días, el ex del Numancia le puso el lazo al partido y a su actuación con el gol definitivo. Recibió de Tekio y fue avanzado sin oposición hasta que decidió aprovechar la concesión. Su tiro, desviado por un defensa, fue inalcanzable para Esteban. Entre los tachones defensivos y la perfecta caligrafía de Vicente, se resolvió un partido en el que el Oviedo pidió un penalti y Fernando sacó una acertada mano. La victoria, que supone la clasificación por tercer año seguido a la tercera ronda, refuerza la progresión del UCAM, que quema etapas rápidamente. Ayer dio otro paso. Ya gana y sonríe.
FICHA TÉCNICA
UCAM Murcia (4-2-3-1): Fernando; Tekio, Hugo Álvarez, Albizua, Morillas; Juande (Remón), Tito; Collantes, Nono (C) (Pere Milla), Vicente; Jona (Juanma).
Entrenador: José María Salmerón.
Real Oviedo (4-4-2): Esteban (C); Johannesson, Óscar Gil, Christian Fernández, Peña; Linares (Susaeta), Vila (Torró), Edu Bedia, Alaniz; Michu, Pereira (Toché).
Entrenador: Fernando Hierro.
Goles: 0-1 (23') Linares. 1-1 (26') Nono. 2-1 (34') Juande. 3-1 (64') Tito. 3-2 (82') Michu. 3-3 (93') Michu. 4-3 (110') Vicente.
Incidencias: La Condomina, 2.964 espectadores. Segunda eliminatoria de la Copa del Rey (8 de septiembre de 2016). Los entrenadores Lucas Alcaraz y Carlos Terrazas o el director deportivo 'Chuti' Molina fueron algunos de los presentes en el partido.
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