domingo, 15 de noviembre de 2015

Victoria inevitable

El Real Murcia confirmó su superioridad (3-0) y reivindica el liderato. Carlos Álvarez marcó por segunda semana consecutiva. El Jumilla, muy debilitado, no pudo resistir

Ni una arruga en el traje, ni una mancha en la camisa. El Real Murcia vestirá de modo impecable en su regreso a casa. Recorrerá con autoridad una alfombra, más grana que roja, que le llevará el domingo a La Condomina. Lo hará gracias a su victoria por 3-0 ante el FC Jumilla, un resultado tan redondo como limpio, tan previsible en la teoría como inevitable en la práctica. Y que le sitúa en el liderato, superando a un UCAM obligado a ganar para recuperarlo.

El Real Murcia presentó cambios en su once. Armando entró por Guilló y el canterano Álvaro Marín debutó esta temporada en el lugar de José Ruiz. Pero la novedad que más llamó la atención fue la de Jordi Hostench. Porque Hostench, como Teruel, también existe. Fuera de las convocatorias semana tras semana, quedaba muy lejos su partido copero ante el Cádiz. Satrústegui, apercibido de sanción, fue descartado. Por su parte, el recién llegado Josico tuvo que idear una alineación en base a solo 13 jugadores de la primera plantilla. La muestra más clara de la precariedad fue que Varga, lesionado y en la numerosa lista de bajas, entró finalmente en la convocatoria. 

El inicio del partido fue el esperado. Mientras que el Murcia asumía la iniciativa que le correspondía, el Jumilla se juntaba en defensa para luego intentar salir con rapidez. Cuando la posesión no se discute, la duda está en qué uso se saber dar a la pelota. El Murcia supo responder, con una buena participación colectiva. Un toque de Chavero, un control de Moreno, una peinada de Germán, un ofrecimiento de Álvarez... El equipo se asociaba bien ante un rival que debe aprender la lección de su nuevo entrenador y que no lograba disimular sus debilidades. Así, Germán se coló por la derecha, aprovechando un desajuste. Su centro sobrevoló a Carlos Álvarez, quien a su vez fue derribado por Carlos, según juzgó el árbitro. Chavero, con una confianza desatada, transformó el penalti picando el remate. Era solo el minuto 9 y el partido se ponía de cara. Y pudo ponerse mejor cuando Fran Moreno y su fe alcanzaron antes que nadie una pelota. Su punterazo superó a Seral y el balón rodó hasta pegar en el palo.

Entonces no se podía imaginar, pero tras la jugada el Murcia se frenó. Desde entonces, el juego entró en una fase espesa e intrascendente. El Jumilla comenzó a tener más el balón, pero no lograba inquietar de modo serio. Apenas destellos puntuales de Víctor, desequilibrante en el regate, y Vega. De ese modo, el Murcia no perdía el control de la situación, pero comenzó a extraviarse. Balones largos, precipitación... Una consecuencia inmediata de ese panorama fue que Chavero desapareció. Un equipo ya no cosía su juego y el otro lo intentaba resultando más voluntarioso que peligroso. Eso no impidió valorar a los invitados del día. Tanto Álvaro Marín como Hostench gustaron, y a pesar de un rival limitado se integraron con naturalidad en el equipo, cerrando o estirándose, como si fueran habituales.

Los minutos pasaban sin nada que destacar. Ya en la segunda parte, el Murcia logró retomar el pulso del partido. Recuperó iniciativa en el juego y presencia en campo rival. A poco que apretaba y afinaba, el gol parecía realmente cercano. Para colmo, el Jumilla había tenido que sustituir en el descanso a Perona, que había pedido el cambio por sobrecarga. Sin los delanteros natos y, ahora, sin el reconvertido, las opciones de sorprender iban a menos. El balón parado tampoco fue un recurso aprovechado. Los vinícolas se difuminaban ante un Murcia ya reforzado por Isi y Arturo, cómplices de la jugada del partido. Antes, Carlos Álvarez anotó el 2-0. Lo hizo en boca de gol, tras una vaselina-pase de Fran Moreno. El delantero asturiano suma dos semanas marcando, un acierto merecido para él mismo y oportuno para el equipo ante la ausencia de Azkorra.

Ya con 2-0, el partido tenía un sabor burocrático, un trámite necesario y correctamente cumplimentado. Pero la apatía dejó pasó a la incredulidad cuando dos canteranos firmaron el gol de la temporada. No corran el riesgo de impacientarse y buscar la definición, esperen un poco. Y es que la jugada nació en Arturo, en una sensacional maniobra que le sirvió para proteger la pelota, ganar la posición y encarar con verticalidad en tres cuartos. Una acción tan completa como imparable. Arturo condujo hasta la frontal y ahí vio solo a Isi por la derecha. Abrió el balón, quizá el pase fue un poco retrasado, pero Isi lo controló de igual manera. Y con tiempo y atrevimiento, se perfiló cerca del pico del área, golpeó con la izquierda y encontró la escuadra lejana de Seral. Con el 3-0, el partido fue un divertimento para los de Aira e incluso Arturo rozó el cuarto. Con tres victorias seguidas y sin encajar ningún gol, el Murcia se viste impoluto para visitar al UCAM. La Condomina no merecía menos.


FICHA TÉCNICA 
Real Murcia (4-4-2): Fernando; Álvaro Marín, Jaume, Ruso, Hostench; Germán, Chavero, Armando, Javi Lopez (Isi); Fran Moreno (Arturo) y Carlos Álvarez (Sergio García). Entrenador: José Manuel Aira. 
FC Jumilla (4-4-1-1): Seral; Albiol, Carlos, Verdú, Inestal; Víctor, Terol (Abellán), Manzanara, Sampedro (Lozano); Vega; Perona (Guardiola). Entrenador: Josico. 
Goles: 1-0 (9') Chavero, de penalti. 2-0 (60') Carlos Álvarez. 3-0 (76') Isi. 
Estadio: Nueva Condomina, 4206 espectadores. Jornada 13 del Grupo IV de Segunda B.

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