Un Murcia en crecimiento ante un Cartagena crecido

El Murcia quiere coger impulso ante un Cartagena que no quiere aterrizar

El Murcia de Paco García ya tiene su primera cana. Volvió con ella de Linarejos. Es la marca del estrés y la experiencia. Entre los gritos radiofónicos de invitados sorpresa que vistieron a los granas de rojo chillón, el Murcia tuvo que resistir con 10 jugadores más de una hora, y no se quebró. Hizo bueno, y hasta corto, el 0-1 y ganó por primera vez fuera de casa. Ahora luce orgulloso esa cana como signo de madurez, preparado para la visita a Nueva Condomina de un Cartagena adulto en el gran derbi regional de este domingo (17.00, 7TV). Los equipos y los aficionados (más de 3.500 albinegros) tendrán que limpiar un duelo ensuciado por las directivas por la ubicación concreta y definitiva de los visitantes (Tribuna Lateral Superior, no superior e inferior).

Algunas palabras resuenan por NC en estas semanas, como modelo y crecimiento. En eso último está un  Murcia aún tierno, bienintencionado pero inconsistente. Menos en Linares, claro. Paco busca los ajustes precisos para un equilibrio adecuado entre posesión y profundidad. Crear para finalizar y, así, dominar para ganar. Para ganar más (dos veces seguidas como objetivo inmediato) y estar en unos 'play-offs' a los que aspira a acercarse. Definido el modelo de juego, el técnico ha ido matizando el sistema de juego, siendo ya habitual en casa el 4-2-3-1. Que los laterales den profundidad, que los extremos arropen al delantero o que Isi desequilibre como mediapunta han sido algunas de las soluciones probadas. En la búsqueda del encaje óptimo la credibilidad de Paco entre los jugadores parece intacta ("El técnico dio una charla muy acertada", dijo el pasado domingo Golobart), lo que refuerza el proceso, el otro vocablo del diccionario grana. Para que el proceso suponga progreso, el Murcia cuenta con la mayoría de su plantilla. Solo tiene las bajas de Rubén Ramos y Jaume, lesionados, y la de Adrián Cruz, sancionado. Recupera a José Ruiz y a Jon Iru y Morante, mientras, es duda.

Si el Murcia está en crecimiento, el Cartagena llega crecido. Y es que se trata de un equipo asentado y optimista, con unos resultados que alimentan de ilusión, si no de euforia, el viaje a Murcia. La tarde del sábado también ayudó: la derrota del Marbella es una oportunidad para aspirar al liderato (el próximo miércoles hay un Cartagena-Marbella) y la victoria del Jumilla, un reto para recuperar el segundo puesto. Con sentido común, el club mantuvo el bloque que tan bien funcionó el año pasado con Monteagudo y además aumentó el fondo de armario. Un equipo que se conoce y se reconoce. Que da sentido a su elocuente juego con el movimiento: el del balón y el de los jugadores. Rápido y dinámico, dentro del colectivo encuentra pequeñas sociedades. La de Jesús Álvaro con Óscar Rico deslumbró en los primeros partidos. También sobresale la que forma Juanlu (inesperado goleador) con Cristo o la de Sergio Jiménez con Rivero a los mandos. Algunos nombres se han ido sumando, como Sergio García, titular reciente, o Chus Hevia, que con Arturo y Fernando abre la posición del '9'. Muchas opciones en un equipo con la única baja de Guirao, que sigue recuperándose de su lesión.

Por los estilos de ambos equipos, el resultado debería pasar por la posesión. Diego Benito y Armando contra Rivero y Sergio Jiménez son los pesos para desnivelar la balanza. Sin embargo, la elaboración podría dar paso a la transición. Con Sergio García, Titi o Germán la velocidad a los espacios aumenta las alternativas. Dependerá de si el equipo que más tenga la pelota es también el que la maneja mejor. Como punto convergente se esperan a Isi y Juanlu, valiosos en la combinación y con verticalidad. Pero lo táctico y técnico podría limitarse, o potenciarse, por lo anímico. En lo estadístico, Murcia y Cartagena casi comparten hoja de excel. Uno en casa y otro fuera suman las mismas victorias (3), empates (1), derrotas (1) y goles a favor (6). Y en goles en contra solo difieren en uno (2 contra 3).